María Gabriela Peñaherrera, Marketing Manager de Grupo Natura/Para Notimercio
Durante mucho tiempo, existieron moldes que parecían universales. Cánones que dictaban cómo debía lucir la belleza y a quién podía pertenecer. Pero hoy entendemos que la belleza es mucho más que una imagen: es una experiencia íntima, cultural y emocional.
En Avon, esta visión es el pilar de nuestro compromiso: democratizar la belleza. Hacerla accesible, real, diversa. No imponer, sino acompañar. No etiquetar, sino reflejar. Apostar por una belleza que representa y respeta cada historia.
El informe Sácate la Duda, realizado por Avon en América Latina, lo demuestra con claridad. Más de 2.300 mujeres compartieron sus vivencias con el maquillaje, revelando que no se trata solo de estética, sino de seguridad, orgullo y empoderamiento. Tres de cada cuatro afirmaron que maquillarse las hace sentir más seguras y orgullosas de su apariencia. En una región tan diversa como la nuestra, el maquillaje se convierte en una herramienta de conexión, identidad y celebración.
En Ecuador, esta relación con la belleza es especialmente fuerte. Según Kantar, el país ocupa el segundo lugar mundial en penetración de maquillaje en los hogares: 85 de cada 100 familias ecuatorianas compran al menos un producto de belleza al año. No es solo una cifra de consumo, es un reflejo de cómo elegimos cuidarnos y expresarnos. Habla de la importancia que le damos al bienestar personal, al ritual diario de dedicarnos un momento, y de cómo, a través de pequeños gestos, reafirmamos nuestra identidad y autoestima.
Pero estas cifras también invitan a cuestionarnos: ¿desde dónde construimos hoy nuestra relación con la belleza? Hoy puedo decirles que hemos desestructurado los estándares de belleza ajenos a nosotros y buscamos referentes más reales, más humanos, más cercanos. Porque entendemos que la belleza no responde a moldes impuestos; la belleza es íntima, es nuestra, es única como cada uno de nosotros.
Ese cambio se vive también en lo cotidiano. De acuerdo con Kantar, los productos para labios fueron los de mayor crecimiento en Ecuador: su presencia en los hogares subió de 36 a 44 de cada 100 entre 2023 y 2024. Más allá de lo estético, este aumento refleja una búsqueda de expresión personal, confianza y alegría en cada gesto.
En Avon creemos que esos pequeños gestos también son actos de poder. Por eso lanzamos la campaña Elige ser protagonista, con un mensaje claro: en un mundo donde muchas veces nos sentimos “extras” en nuestra propia vida, el labial puede convertirse en ese pequeño acto de poder que nos convierte en protagonistas. Porque la belleza no impone, inspira. Y cobra aún más fuerza cuando nos impulsa a brillar desde lo que realmente somos.
Y esta conversación ya no es solo femenina. Cada vez más hombres en Ecuador se suman al cuidado personal, especialmente en productos faciales e hidratantes. Porque hablar de belleza es hablar también de bienestar, salud y expresión. Y eso no tiene género: es humano.
Una belleza que abrace la diversidad en todas sus formas. Que reconozca el derecho de cada persona a sentirse bien consigo misma, sin filtros ni moldes. Por eso, nuestra apuesta no es solo estética, es profundamente social: una belleza libre, auténtica y cercana, donde todas las personas puedan ser protagonistas de su historia.