El Estudio EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition) revela que la prevalencia de la incontinencia urinaria en hombres es del 2,4% en menores de 39 años, aumentando al 10,4% en mayores de 60 años, evidenciando cómo esta condición se intensifica con la edad. En el caso de las mujeres, la prevalencia es aún mayor, incrementándose del 7,3% en menores de 39 años al 19,3% en mayores de 60 años.
Más de 425 millones de personas en el mundo viven con incontinencia urinaria, una condición que impacta tanto la salud física como la calidad de vida emocional y social de quienes la padecen. Se estima que 1 de cada 4 hombres y mujeres en el mundo enfrenta este problema según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero el desconocimiento y los mitos en torno a esta patología hacen que muchas personas no busquen ayuda profesional. Cada 14 de marzo, en el Día Internacional de la Incontinencia Urinaria, es una oportunidad de romper tabúes y difundir información clara y basada en evidencia para mejorar el bienestar de quienes la enfrentan.
Uno de los mitos más comunes es que la incontinencia urinaria solo afecta a los adultos mayores, cuando en realidad puede presentarse a cualquier edad. Si bien su prevalencia aumenta con los años, estudios como el publicado en la Revista de la Sociedad Argentina de Urología, encontraron que hasta el 28,35% de las mujeres entre 20 y 45 años pueden padecer incontinencia urinaria, destacando factores como el embarazo y el parto como desencadenantes principales.
Asimismo, en personas mayores de 65 años, la prevalencia se dispara a más del 50%, según estudios de Elsevier sobre incontinencia urinaria en adultos mayores. Otro mito extendido es que es un problema exclusivo de las mujeres, pero datos recientes muestran que al menos el 16% de los hombres también la experimentan, especialmente aquellos con afecciones prostáticas o enfermedades neurológicas, de acuerdo con estudios publicados en la Revista Médica Clínica Las Condes.
A pesar de lo común que es la incontinencia, muchas personas creen erróneamente que no tiene solución. “La realidad es que existen diversas opciones de tratamiento que pueden mejorar significativamente los síntomas e incluso resolverlos. Ejercicios del suelo pélvico, como los de Kegel, han demostrado reducir los episodios de incontinencia hasta en un 65% en quienes los practican de forma constante”, según lo menciona Diana Vahos, jefa de Capacitación de TENA de Essity. Además, tratamientos médicos y quirúrgicos, como la estimulación nerviosa o la inyección de toxina botulínica, han mostrado tasas de éxito de hasta 80% en determinados tipos de incontinencia.