PADRE JUAN CARLOS VÁSCONEZ/ NOTIMERCIO
Propósito
He visto vidas vacías, almas corriendo detrás de sombras, creyendo que la felicidad está en el placer inmediato o en el poder sin medida. ¡Locos! ¡Están perdiendo el tiempo! Corren y corren, pero no llegan a ninguna parte.
Se llenan de ruido, pero su corazón está hueco. Buscan placer, y cuando lo encuentran, solo les deja más sed. Persiguen el éxito, pero en la cima descubren que están solos. Al final solo está el sinsentido.
San Josemaría da la solución en el primer punto de su libro Camino: Que tu vida no sea una vida estéril. Sé útil. Deja marca.
No fuiste creado para consumir y desaparecer sin dejar huella. Dios te pensó para algo grande, para amar, para transformar, para dar frutos. Y si no lo haces, tu vida se va marchitando.
El propósito de la vida no está en acumular, sino en entregarse, en servir. Si sientes que nada te llena, que el vacío sigue ahí aunque lo intentes tapar con distracciones, despierta. Pregunta a Dios qué quiere de ti. Y cuando lo descubras, no tengas miedo de apostar tu vida entera. Porque solo así se encuentra la verdadera felicidad, la que no se agota, la que da paz.
Notimercio · El periódico de Quito