Más de una década pintado sonrisas en pacientes con cáncer…

La Fundación Dibuja una Sonrisa inició su campaña de donación de cabello en 2009 y se constituyó como ONG es 2012. Desde entonces, no ha parado en su propósito de atender las necesidades de pacientes con cáncer y de comunidades de escasos recursos económicos.

Javier Sandoval, de 42 años, es de las personas que no conocen los límites a pesar de las limitaciones.  Tras la muerte de su abuelita Blanca G., en 2009, a causa de un cáncer linfático, decidió crear una fundación para dar esperanza y un poco de felicidad a pacientes que padecen esta enfermedad. 

Este hombre, de ojos verdes e imponente presencia, creó Dibuja una Sonrisa porque en ese tiempo no había lugares que receptaran donaciones de cabello y los hospitales solo aceptaban pelucas. Lo confirmó al cortar su larga cabellera que lo identificaba como un rockero para donarlo y fue en vano. 

Dibuja una Sonrisa hace honor a su nombre porque logra dar alegría en los pacientes con cáncer y en sus familias. Perder el cabello por las quimioterapias es doloroso, sobre todo, para las niñas y mujeres. 

Javier, hincha a muerte de Liga de Quito, logró lo que nadie: generar una campaña de donación de cabello que está por cumplir 14 años con altos y bajos. 

La fundación ha logrado la entrega de dos mil pelucas completamente gratuitas a pacientes oncológicos desde sus inicios. Parece un número irrelevante en comparación a sus años de servicio, pero son una organización sin fines de lucro que obtiene recursos por el apadrinamiento con la donación de cabello, es decir, la persona que desea entregar su cabello cancela USD 30. Ese valor les permite cubrir los insumos, el tejido de pelucas y los costos de operación. 

Sus pelucas se tejen 100% a mano sobre una malla hipoalergénica para evitar la irritación de la piel de la cabeza del paciente. El cabello donado pasa por un tratamiento minucioso en donde se elimina cualquier tipo de impurezas, por eso no importa que esté maltratado o tinturado. Solo debe medir mínimo 30 centímetros para lograr un tejido perfecto. 

También recauda fondos a través de campañas, eventos y concursos. “No es mucho lo que se logra, pero nos permiten seguir con esta labor que ha beneficiado a más de 350 mil personas en todo el país”. Lo dice con orgullo, aunque no deja la preocupación, se nota en sus gestos y en el tono de su voz. La demanda de pelucas creció, pero las donaciones se redujeron, pasaron de 150 a 70 por mes, lo que resulta en menos fondos para continuar con su labor. Sin embargo, a pesar de la crisis no han dejado de entregar las pelucas a las pacientes. 

Su capacidad de servicio a los demás lo ha llevado a extender su labor a otros países de la región y a crear el Banco Sudamericano de Pelucas. 

Se hizo realidad hace dos años, en 2022, cuando viajó en motocicleta a Perú con 20 pelucas. Su trayecto fue Quito, Lima, Trujillo e Hidalgo. En 2023 fue a Uruguay también en motocicleta. “El cabello de los ecuatorianos está dibujando sonrisas en el mundo”. 

Lo que no sabe es si logrará hacerlo este año por las condiciones económicas y políticas. Guarda la esperanza de viajar a Colombia y a México, aunque dependerá del apoyo que reciban de donantes, voluntarios y de la empresa privada. Por ahora, en su afán de lograr recursos, sorteará un Play Station V el próximo 17 de mayo. Para participar en el concurso las personas deben adquirir sus boletos al 0992933281 por USD 1. Entre más boletos compren, más oportunidades tienen de ganar.