La difícil tarea de emprender en el Ecuador

VALERIA BELTRÁN/PARA NOTIMERCIO

La inseguridad, el incremento de la competencia y la falta de conocimiento sobre administración influyen en la sostenibilidad de los negocios

Un día, mientras Mentor García se alistaba para cerrar su restaurante, encontró entre las mesas una caja de cartón. Al abrirla, vio con sorpresa a palomas muertas que tenían sus intestinos expuestos.  

No tuvo duda de quienes fueron los responsables. Varias semanas atrás ya tuvo otros mensajes que buscaban amedrentarlo, para que cancele cantidades de dinero a una banda de extorsionadores.  

Todo comenzó cuando tuvo que cerrar otro local, también de alimentos, en el norte de Quito. Al igual que muchos emprendedores, los clientes dejaron de llegar un día, tras la pandemia por la COVID 19.  

Sandra Sarango, otra emprendedora, recuerda esa época dura de encierro obligado. Ella ocupó su tiempo en cursos de diseños florales. Comenzó a generar recursos laborando para familiares y amigos. 

Sin embargo, había mucha “competencia” y el emprendimiento se volvió una fuente de ingresos complementaria. A pesar de estos ingresos, ella sigue siendo dependiente en una empresa privada para sostener su emprendimiento y su hogar.  

Mentor no tuvo mejor suerte que Sarango. Cuando la situación mejoró tras la pandemia, le apostó a otro local en la Av. Isabela Católica y Luis Cordero. Corría finales de 2023. No ocurrió. El local estuvo abierto apenas seis meses. Mentor dice que el miedo hizo que ninguno de los vecinos lo alerte de lo que se había convertido en un secreto a voces: el recrudecimiento de la extorsión.   

La primera vez, recuerda Mentor, fue a través de un papel que le dejaron entre las mesas. Le solicitaron USD 5.000, a cambio de (entre comillas) protección del negocio. Él ignoró esta advertencia. Tenía el respaldo de su hijo, que era el chef, y quien lo animaba a seguir adelante.  

De acuerdo con el informe Global Entrepreneurship Monitor Ecuador 2023- 2024, otros factores externos también influyen en el camino cuesta arriba de los emprendedores. La inflación, y la subida del IVA del 12 % al 15 %, incrementaron los costos para los negocios emergentes. 

El 67.9 % de los 2.000 encuestados sostuvo que es más difícil emprender que hace un año. “La escasez de empleo formal impulsa a la mayoría a emprender (…) el porcentaje de emprendimientos nacientes bajó del 26.9 % en 2019 al 20.8 % en 2023, reflejando un entorno cada vez más hostil para nuevos negocios”.  

Mentor sabe de situaciones hostiles. Él cuenta que ignorar las amenazas de los extorsionadores solo agravó todo. Sus empleados renunciaron. La última vez le pidieron un monto de USD 20.000 y le dieron un plazo imposible para pagar: apenas dos semanas.   

Frente a esta situación, denunció el hecho, pero sintió que fue una queja más del montón.  Los extorsionadores siguieron presionándolo hasta que un día reflexionó para sí mismo: “no trabajo para darle todo mi dinero a delincuentes”. Cerró el restaurante.  

Yara Rodríguez, experta en emprendimiento de ConQuito, reconoce que la situación de seguridad es una traba para los emprendedores. Frente a ello destaca la importancia de la resiliencia como método de adaptación para nuevas oportunidades.   

En ConQuito, se apoya a los emprendedores y se les brinda acompañamiento, para que puedan salir adelante y lograr la sostenibilidad de sus negocios. Otras de las causas por las cuales fracasan los negocios es la falta de formación y conocimiento en temas como administración. 

Mentor ya descartó la posibilidad de montar un nuevo emprendimiento, por las secuelas de lo que pasó y el miedo a que se repita. Su historia no solo terminó con su emprendimiento, sino también con la carrera de su hijo, quien dejó de ejercer como chef y optó por seguir otra carrera.