¿Cuál debe ser la agenda de DDHH del nuevo gobierno?

MARÍA FERNANDA ÁLVAREZ/ PARA NOTIMERCIOLos derechos humanos son la base de los Estados modernos y obligan a los gobernantes a garantizar una vida digna. La agenda del gobierno debe centrarse en Democracia, Estado de Derecho y Derechos, guiando las políticas públicas hacia la protección de todos.La pregunta me permite reflexionar sobre qué son los derechos …

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MARÍA FERNANDA ÁLVAREZ/ PARA NOTIMERCIO

Los derechos humanos son la base de los Estados modernos y obligan a los gobernantes a garantizar una vida digna. La agenda del gobierno debe centrarse en Democracia, Estado de Derecho y Derechos, guiando las políticas públicas hacia la protección de todos.

La pregunta me permite reflexionar sobre qué son los derechos humanos, cuestión que trasciende el campo netamente jurídico. Sin embargo, para lo que nos ocupa, el componente jurídico es imprescindible. Los derechos humanos son la razón de ser de los Estados modernos. Son la directriz de actuación que obliga a nuestros gobernantes a dirigir todos sus esfuerzos empleando el máximo de los recursos disponibles para garantizar nos una vida digna.

Esto que parece un cuento de hadas, Alicia en el país de las maravillas porque suena poco cuerdo o más bien bastante loco, es nada más y nada menos que la obligación jurídica, de rango constitucional, de quien es elegido o elegida por voto popular. Así se traducen los derechos humanos, en obligaciones jurídicas concretas y expresas, desafortunadamente, abiertamente incumplidas. Esto significa que la agenda que se diseñe para cumplir con la función del gobierno dentro del Estado debería ser una agenda de derechos humanos en general.

Ahora bien, para que se cumpla con la finalidad del Estado la triada fundamental es: Democracia, Estado de Derecho y Derechos, en plural. Así que ese debería ser el primer elemento a considerar en la agenda del nuevo gobierno. Recuperar la democracia, que va más allá de las campañas y las elecciones, y recordar que nos encontramos bajo el imperio de la ley que obliga a los ciudadanos y a los gobernantes. Democracia y Estado de Derecho que se construye día a día con cada acto de gobierno, a través del respeto de las normas y el fortalecimiento de las instituciones. Lo que en el escenario actual parece bastante difícil en cualquiera de las opciones.

Esa triada básica debería servir de paraguas y sostén de todas las políticas públicas del nuevo gobierno. A partir de ahí se pueden construir soluciones para dar res puesta a los problemas actuales de la sociedad ecuatoriana. Si lo pensamos objetivamente, todas las preocupaciones de la población ecuatoriana implican derechos que no se han garantizado.

Por supuesto que ese Estado ideal en que los derechos de to dos y todas sean plenamente satisfechos no se consigue de la noche a la mañana, pero pensar las políticas públicas en clave de derechos es el primer paso, y para eso se han desarrollado múltiples herramientas.

Precisamente por ello, los derechos humanos no son solo cuestión de abogados ni de códigos y constituciones. Son administración pública, en su integralidad, al servicio de las personas.

La agenda del gobierno debería ser pensar la seguridad, la economía, el desarrollo y la política desde la óptica de los derechos. Se debe tener presente que las medidas a adoptar, aunque tengan enfoque de derechos o tal vez por ello, no van a ser del agrado de todos. Lo importante es que la agenda busque la garantía de los derechos de la mayoría y no el privilegio de pocos. No se pue de soñar sin dinero, es verdad. Frente a ello, la corrupción se combate con la misma triada. Los sueños se cumplen cuando el horizonte es claro y se camina hacia él. Derechos para todos, porque el bien de la colectividad permite el bienestar del individuo.

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