MARÍA JOSÉ CUENCA /NOTIMERCIO
Las sustancias comunes que causan intoxicaciones en mascotas incluyen: chocolate, uvas, aguacate, tomate verde y medicamentos humanos. Plantas ornamentales como lirios y geranios. Productos de limpieza como el cloro y repelentes de mosquitos y rodenticidas.
Cuando tenía cinco años, mi vida dio un giro de esos que marcan un antes y un después, y todo gracias a una pequeña cachorra mestiza de pelaje ocre.
Mi mami llegó un día a casa con ella, con un par de ojos dorados, grandes y brillantes. Era tan pequeña que cabía en las manos de mi hermano. La llamamos Kitty, aunque no recuerdo por qué. Desde ese momento, pasó a ser nuestra compañera de infancia, una pequeña a la que le tapé todas sus travesuras como morder las plantas de mi mami, romper zapatos, corretear gallinas…
Kitty era muy juguetona, curiosa, territorial e inteligente. Le gustaba recibirnos cada vez que llegábamos a la casa, y lo hacía de una manera peculiar: corría hacia la entrada con una hoja de árbol entre sus dientes o, si tenía suerte, un palo de escoba que había encontrado en el jardín. Siempre lista para jugar.

Pero lo que la trae a nuestra memoria era su rutina mañanera. Kitty golpeaba la puerta con su cola y en su hocico siempre llevaba un huevo de gallina que le robaba al vecino. Nunca los rompía, ni se los llevaba para comerlos ella sola. Esperaba a ver a mi mami para entregárselos y que ella le preparase el desayuno: huevito duro.
Kitty no soportaba estar dentro de la casa. No le gustaba estar en cerrada. Si veía una oportunidad, encontraba un hueco por donde escapar a la calle. Era un talen to que había desarrollado con el tiempo. Sin embargo, dos horas después, regresaba. Siempre regresaba.
Fueron seis años de travesuras, de momentos de paciencia y de cariño. Crecimos juntas.
Una mañana, Kitty nos dejó. Mi mami y mi hermano se preocuparon ya que ese día no fue a golpear la puerta para despertar nos. La buscaron y la encontraron acostada, con espuma en su hocico. Con dificultad se arrastró hacia nosotros. Me acerqué, la tomamos de las patas traseras con la intención de hacerla vomitar, pero ya era muy tarde: murió en los brazos de mi hermano.
La tristeza y el dolor fueron inmensos durante muchos años. Mi familia no quiso volver a tener un perro, Kitty era insuperable… Hasta que llegó Milka, mi perrhija de cuatro años que, en comportamientos, gustos y hábitos es bastante parecida a Kitty.
Los comentarios en la familia suelen ser: Kitty reencarnó en Milka, son igualitas.
Esta es la segunda vez que nos permitimos tener la compañía de un perro, pero en mí permanece la desesperación de no saber cómo actuar si a Milka le pasara lo mismo. Es por eso por lo que visité a la médico veterinaria Paula Torres de Pet Care para que esto no te pase a ti y no vuelva a pasarme a mí.
Estas son las recomendaciones que la doctora me dejó para enfrentar esta situación:
SÍNTOMAS COMUNES DE ENVENENAMIENTO:
• Convulsiones
• Sangrados (internos o externos)
• Letargo o pérdida de conciencia
• Diarrea
• Comportamiento inusual (desorientación, agresividad)
• Vómitos
• Salivación excesiva
¿QUÉ HACER?
• Llama a tu veterinario de inmediato
• Describe lo que sospechas que tu mascota pudo haber ingerido
• No sigas remedios caseros sin asesoramiento.
• Evita inducir el vómito sin la recomendación del veterinario.
• El tóxico es dañino (como algunos rodenticidas), inducir el vómito puede dañar el esófago.
PRIMERO AUXILIOS
• Si hay convulsiones: Coloca a tu mascota en un lugar seguro donde no pueda golpearse la cabeza. Asegúrate de que la lengua esté fuera para evitar que se muerda. No trates de moverla ni interferir en la convulsión, y no pongas objetos en su boca.
• Si sospechas que ha ingerido veneno para ratas: Si la ingestión fue reciente (menos de 30 minutos), es posible que el veterinario recomiende inducir el vómito o administrarle carbón activado, pero siempre bajo supervisión profesional.
• Nunca uses remedios caseros como aceite o carbón activado sin consulta.
• Algunos casos requieren medicamentos específicos que solo el veterinario puede administrar.
PREVENCIÓN
Mantén fuera del alcance de tu mascota cualquier alimento, planta o producto tóxico.
Usa protectores en los botes de basura y guarda alimentos y productos peligrosos en lugares inaccesibles.
En caso de tener plantas dentro de casa, asegúrate de que no sean tóxicas.
Si les das frutas o verduras, asegúrate de que sean seguras, y siempre quita las semillas, tallos o cáscaras que podrían ser peligrosas.
Si usas productos para controlar insectos, asegúrate de que no sean tóxicos para los animales y deja que las zonas se ventilen bien antes de que tu mascota entre al lugar que fue tratado.