La contaminación ambiental es uno de los principales desafíos en la actualidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire causa alrededor de 7 millones de muertes prematuras al año, afectando especialmente a niños y comunidades vulnerables. La ONU, por su parte, ha advertido que esta crisis ambiental no solo deteriora la salud global, sino que compromete el futuro del planeta, por lo que exige acciones urgentes e integradas por parte de gobiernos, empresas y ciudadanos.
Frente a este llamado global, distintos actores han empezado a responder desde sus realidades. Uno de ellos es la Generación Z (jóvenes nacidos entre 1995 y 2010) quienes se han vuelto un actor clave en el impulso hacia prácticas sostenibles con acciones simples como el reciclaje. Siendo una generación que no solo ha crecido con acceso ilimitado a la información, sino también con una fuerte conciencia ambiental. A través de sus decisiones cotidianas, están marcando una nueva ruta hacia un estilo de vida más consciente, y son hoy una fuente de inspiración para otras generaciones.
Como parte de este compromiso Ciudad Comercial El Recreo, comparte algunas recomendaciones que pueden implementarse desde el hogar para enseñar a las nuevas generaciones ha ser agentes de cambio:
- Evitar el desperdicio de alimentos: Enseñarles a consumir porciones adecuadas y a no desechar comida en buen estado ayuda a que comprendan el valor de los alimentos y la importancia de un consumo consciente. Además, separar los residuos orgánicos para compostaje puede ser una actividad familiar que refuerce el respeto por los recursos naturales.
- Incentivar el uso responsable del agua y la energía: Inculcar hábitos como cerrar la llave mientras se cepillan los dientes, apagar luces innecesarias o desconectar aparatos eléctricos crea una cultura de ahorro que impacta directamente al planeta.
- Promover la separación de residuos y el reciclaje: Aunque es una recomendación frecuente, sigue siendo una de las acciones más efectivas para reducir el impacto ambiental desde casa. Tener tachos diferenciados en casa o en el aula puede ser una actividad educativa y entretenida para que los niños comprendan el valor del reciclaje y desarrollen una mayor responsabilidad sobre los efectos de sus decisiones diarias en el entorno.
- Optar por medios de transporte sostenibles: Caminar, usar bicicleta o compartir vehículo son hábitos que pueden aprenderse desde pequeños y que ayudan a reducir la huella de carbono.
- Consumir con criterio: Invitar a niños y jóvenes a preguntarse si realmente necesitan lo que van a comprar, elegir productos locales o sin empaque innecesario, son acciones que fomentan un pensamiento crítico frente al consumo. Este hábito les enseña a valorar la funcionalidad, la procedencia y el impacto ambiental de lo que adquieren, promoviendo decisiones más conscientes desde temprana edad
Incorporar estas prácticas sostenibles no solo reduce el impacto ambiental, sino que también forma ciudadanos más empáticos, informados y comprometidos con su entorno. La infancia es una etapa clave para sembrar estos valores, y el hogar, su primer espacio de aprendizaje.
Para reforzar este aprendizaje más allá del hogar, espacios como Ciudad Comercial El Recreo ofrecen iniciativas como “Eco Kids”, que invitan a las nuevas generaciones a seguir desarrollando hábitos sostenibles desde la creatividad y la acción concreta, realizando actividades educativas manuales donde aprenderán a crear arte con materiales reciclados.
De este modo, educar en sostenibilidad desde los primeros años es clave para formar una ciudadanía consciente y comprometida con el planeta. Con pequeñas acciones cotidianas y el impulso de espacios que promueven el cambio, como lo hace El Recreo, es posible construir un futuro más justo, saludable y sostenible para todos.